Preguntas

¿Cuál de los siguientes NO es un ejemplo de lenguaje activo que deberías usar en una llamada a la acción?

• «Suscríbete aquí»
• «Donar»
• «Más información»
• «Ver»

Explicación: «Más información» es el ejemplo correcto de un lenguaje pasivo que no deberías usar en una llamada a la acción. Las llamadas a la acción (CTA) son instrucciones específicas diseñadas para motivar a los usuarios a realizar una acción deseada, como suscribirse, comprar, donar, entre otras. El lenguaje activo y directo en las CTA es crucial para generar una respuesta rápida y efectiva de la audiencia. Por ejemplo, «Suscríbete aquí» y «Donar» son ejemplos de lenguaje activo que indican claramente qué acción se espera que realice el usuario. En contraste, «Más información» es una frase pasiva que no incita a la acción de manera directa, dejando la elección en manos del usuario sin proporcionar una guía clara sobre qué hacer a continuación. En una CTA, es esencial utilizar un lenguaje claro y persuasivo que motive a los usuarios a tomar medidas concretas, lo cual contribuye a mejorar las conversiones y el compromiso del usuario. Por lo tanto, al evitar el uso de frases pasivas como «Más información» y optar por un lenguaje activo y específico, aumentas las posibilidades de que los usuarios respondan positivamente a tu llamada a la acción. En resumen, seleccionar un lenguaje activo y directo en las llamadas a la acción es fundamental para impulsar la participación y el rendimiento de tus mensajes en marketing y comunicación.

¿Cuál de los siguientes NO es un ejemplo de crisis en las redes sociales?

• El personal comportándose en forma deshonesta.
• Una celebridad publicando una actualización que despierta la furia de sus seguidores.
• El hackeo de la cuenta de Twitter de una marca renombrada.
• Todos son ejemplos de crisis en las redes sociales.

Explicación: La respuesta correcta es Todos son ejemplos de crisis en las redes sociales. Cada uno de los escenarios mencionados representa una crisis potencial en las redes sociales que podría afectar significativamente la reputación y la imagen de una marca o entidad. El comportamiento deshonesto del personal puede generar desconfianza entre los clientes y socavar la credibilidad de la empresa. Una actualización controvertida publicada por una celebridad puede desencadenar una reacción negativa por parte de sus seguidores, lo que resulta en una crisis de relaciones públicas para la persona o marca asociada. El hackeo de la cuenta de Twitter de una marca renombrada puede dar lugar a la difusión de información falsa o perjudicial, lo que causa daño a la reputación y la confianza del público en la empresa. Cada uno de estos escenarios requiere una gestión cuidadosa y una respuesta estratégica para minimizar el impacto negativo en la marca y restablecer la confianza del público. Por lo tanto, todos estos son ejemplos válidos de crisis en las redes sociales que deben abordarse con prontitud y eficacia para mitigar su impacto en la reputación y la percepción de la marca.